Hay cosas que nunca cambiarán, y que simplemente nunca se planearon tampoco. Algo tan simple, como el puesto de cada integrante de la familia en la mesa. No es algo que se imponga, más aún cuando la mesa del almuerzo es redonda. El almuerzo es generalmente , el momento adecuado para que la familia esté reunida, y siempre, absolutamente siempre, hay un puesto destinado para cada integrante, sin que nadie imponga nada. Es un asunto de costumbre, de hábitos, Quizás un día se sentaron en esa posición, y al día siguiente también, sólo por hacer costumbre, pero que con el pasar de los años, se hizo una tradición familiar. El otro día, cuando estaba en mi casa, me pregntaron «¿ Dónde te sientas generalmente?» y le señalé mi puesto, y relacioné también, que ese, había sido mi puesto por más de 7 años, en que la mesa ha estado siempre en la misma posición. Increíble. Algo tan simple como tu puesto en la mesa, está como norma dentro de tu casa. Por que si almuerzas en familia, y te cambias de puesto con uno de tus hermanos, o alguien de tu familia, te sientes raro en esta nuevo asiento.

También recordé que la primera vez que mi hermana pequeña de tan sólo tres años, se sentó por primera vez a la mesa paa comer en su silla, nos cambió todo el panorama. Y CREANME, se generó más de un problema, por que la tranquilidad al comer en tu puesto, ya estaba agredida.

Hoy lo veo como un cambio de cama.. que pasaría si te cambian de camatodos los días. No, imposible, es una norma, que jamás cambiará. Tu cama es tu cama, y tu puesto en la mesa, es tu puesto en la mesa. Y eso que nadie lo cambie 🙂